viernes, 25 de julio de 2008

SOLEMNIDAD DE SANTIAGO APOSTOL

La festividad del apóstol Santiago tiene muchas connotaciones para nuestra tierra y también para todo el orbe católico y cristiano.

Para España, por ser su Patrón, alcanza también a otras vertientes culturales, sociales, políticas y, por supuesto, religiosas.

Para España, aunque algunos lo obvien, supone homenajear y festejar al primer evangelizador de nuestra tierra. A él le debemos los inicios del gran edificio espiritual que, con el paso de los siglos, hemos ido levantando a través de diversas generaciones de creyentes.

El Camino de Santiago es una ruta que recorren los peregrinos para venerar las reliquias del apóstol Santiago el Mayor. Durante toda la Edad Media fue muy concurrido, después fue ligeramente olvidado y en la época actual ha vuelto a tomar un gran auge. El Camino de Santiago fue declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad; Itinerario Cultural Europeo por el Consejo de Europa y recibió el título honorífico de Calle mayor de Europa.

Pero hoy, sobre todo, es para los cristianos un día para dejarse impresionar al ver cómo dejaban todo aquellos a quienes Jesús llamaba para estar junto a Él. Eran los Apóstoles, pero Apóstoles con mayúscula, porque apóstol es el que trasmite la doctrina que ha recibido, el que vive la vida de aquel a quien se ha adherido, el que cree sin límites en aquel al que ha seguido, y ellos lo hicieron hasta entregar su vida. ¡Qué imán tan especial debía tener Jesús! Y es que a Jesús, cuando se le conoce, ya no se puede dejar: sólo seguirlo y amarlo. Transmitir su doctrina con nuestra vida, no es fácil, pero para eso contamos con su Gracia. Respondamos a su llamada con la mayor generosidad.