lunes, 1 de enero de 2001

SANTO ROSARIO

SANTO ROSARIO - MISTERIOS GLORIOSOS

Primer Misterio. La Resurrección de Jesús.
Pasado el sábado, al rayar el alba, el primer día de la semana, fueron María Magdalena y la otra María a ver el sepulcro. De pronto hubo un gran terremoto, pues un ángel del Señor bajó del cielo, se acercó, hizo rodar la losa del sepulcro y se sentó en ella. Su aspecto era como un rayo, y su vestido blanco como la nieve. Los guardias temblaron de miedo y se quedaron como muertos. Pero el ángel, dirigiéndose a las mujeres, les dijo: "No temáis; sé que buscáis a Jesús, el crucificado. No está aquí. Ha resucitado, como dijo. Venid, ved el sitio donde estaba. Id en seguida a decir a sus discípulos: Ha resucitado de entre los muertos y va delante de vosotros a Galilea. Allí le veréis. Ya os lo he dicho". (Mt 28,1-7)
Segundo Misterio. La Ascensión de Jesús al Cielo.
Dicho esto, lo vieron subir, hasta que una nube lo ocultó a su vista. Ellos se quedaron mirando fijamente al cielo mientras él se iba, cuando se les aparecieron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: "Galileos, ¿qué hacéis ahí mirando al cielo? Este Jesús que acaba de subir al cielo volverá tal como lo habéis visto irse al cielo". (He 1,9-11)
Tercer Misterio. La Venida del Espíritu Santo.
Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos juntos en el mismo lugar. De repente un ruido del cielo, como de viento impetuoso, llenó toda la casa donde estaban. Se les aparecieron como lenguas de fuego, que se repartían y se posaban sobre cada uno de ellos. Todos quedaron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en lenguas extrañas, según el Espíritu Santo les movía a expresarse. (He 2,1-4)
Cuarto Misterio. La Asunción de María al Cielo.
Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones, porque el todopoderoso ha hecho conmigo cosas grandes. (Lc 1,48-49)
Quinto Misterio. La Coronación de María Santísima.
Una gran señal apareció en el cielo: una mujer vestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas en la cabeza.(Ap 12,1)