
Por eso, lo he dicho en distintos lugares y ocasiones y aprovecho ahora a decirlo aquí: pertenecer a esta Hermandad, antes que una decisión personal, es una llamada particular que me hace el Señor. Por tanto he de pensar en quién es el que me llama y para qué me llama. Solo así comprenderé la grandeza del regalo y el amor personal del que me llama.
El Papa está repitiendo por activa y por pasiva que hasta que no caemos en la cuenta del amor con que Cristo nos ama será imposible vivir una vida auténticamente cristiana. De ahí, dice Francisco, la necesidad de cultivar un encuentro personal y profundo con él, ya que sin esta relación de corazón a corazón no hay experiencia cristiana, que es por desgracia lo que muchos que se dicen cristianos no han tenido.
En este sentido formar parte de nuestra Hermandad es, por encima de todo, un medio del que Cristo quiere valerse para que cada uno de sus miembros tenga un encuentro hondo e íntimo con Cristo.
Así que ahora, renovada la Junta y con un nuevo Hermano Mayor, es el momento idóneo para que todos nos tomemos en serio lo de año nuevo vida nueva.
Que nuestros Santos titulares nos ayuden en ello.
Fray Abilio León, O.M.
Director espiritual y párroco.