Durante el devoto Besamanos a Nuestro Padre Jesús de la Caridad recientemente celebrado, muchas personas de bien, hermanos y fieles de todas las edades dejaron, además de sus ósculos al Señor, otros tantos en forma de alimentos, para muchas otras que, lamentablemente, saben del Hambre y su padecimiento.
Los alimentos van a destinarse a quienes tan ardua y perseverante labor hacen: a Cáritas parroquial y al comedor social de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl.
Han sido alrededor de 600 kilos de legumbres, arroz, pasta, leche, azúcar, harina, conservas, aceite... y aunque no sean suficientes -nunca pueden serlo- sí son muy necesarios, pues con sólo un kilo de alimentos pueden llenarse muchos platos de comida.
No podemos desde aquí más que agradecer de todo corazón el generoso gesto de todos cuantos han dado el mejor beso que podría recibir el Señor de la Caridad, aquel que hace de su advocación una pequeña pero fecunda obra de amor por los demás.
Los alimentos van a destinarse a quienes tan ardua y perseverante labor hacen: a Cáritas parroquial y al comedor social de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl.
Han sido alrededor de 600 kilos de legumbres, arroz, pasta, leche, azúcar, harina, conservas, aceite... y aunque no sean suficientes -nunca pueden serlo- sí son muy necesarios, pues con sólo un kilo de alimentos pueden llenarse muchos platos de comida.
No podemos desde aquí más que agradecer de todo corazón el generoso gesto de todos cuantos han dado el mejor beso que podría recibir el Señor de la Caridad, aquel que hace de su advocación una pequeña pero fecunda obra de amor por los demás.
Fotografía: M. Martín V.