viernes, 8 de mayo de 2009

Tercer dia de Triduo a San Jose Obrero

3er. DIA: JOSÉ, MODELO DE HOMBRE TRABAJADOR

De San José ha dicho mucho más la piedad cristiana que la historia evangélica. La piedad cristiana siempre ha visto a San José como un hombre trabajador, silencioso, austero y solidario. La iglesia le ha propuesto como modelo de los trabajadores: San José obrero.¿Qué podemos decir de San José, como modelo de hombre santo para los cristianos de hoy?

Podemos decir, por supuesto, que San José supo hacer del trabajo diario un medio de santificación personal. El trabajo silencioso y paciente le ayudó a construir su propia personalidad. El trabajo fue su vocación y su evangelio. Para él, el trabajo no fue fruto de una maldición divina, ni de una penitencia impuesta por las circunstancias sociales en las que vivió. Él aceptó el trabajo libre y responsablemente, e incluso con alegría, porque sabía que su trabajo ayudaba también a vivir con dignidad a la familia que había formado.

Para él, el trabajo tuvo, además de una dimensión personal, una proyección social, querida por Dios. Con su trabajo alimentaba a las dos personas que más quería en el mundo, y esto lo hacía feliz. Así debe ser también el trabajo para nosotros. La doble dimensión del trabajo, la personal y la social, deben estar siempre presentes en nuestra vida. Es una suerte, un regalo de Dios, poder trabajar y hacer de nuestro trabajo un instrumento de santificación personal y de ayuda a los demás. San José entendió siempre su trabajo como una vocación de servicio, no como un instrumento de dominio o explotación del más débil. El trabajo debe estar siempre al servicio del hombre, no al revés.