miércoles, 6 de mayo de 2009

Primer dia de Triduo a San Jose Obrero

1er. DIA: JOSÉ, ATENTO A ESCUCHAR LA VOZ DE DIOS

La figura de San José nos viene presentada por los textos evangélicos. José es el hombre abierto a la Palabra de Dios, receptor y acogedor de la misma, que le llega por medio de un sueño y a través de un ángel. Duerme José, ciertamente, pero a la vez está en disposición de oír la voz del ángel.

Tenemos una figuración del hombre que, desde lo profundo de sí mismo, puede oír lo que resuene en su interior o se lo diga desde arriba; del hombre cuyo corazón está lo suficientemente abierto como para recibir lo que el Dios vivo y su ángel le comuniquen. En esa profundidad el alma de cualquier hombre se puede encontrar con Dios. Desde ella Dios nos habla a cada uno y se nos muestra cercano.

Sin embargo, la mayoría de las veces nos hallamos invadidos por cuidados, inquietudes, expectativas y deseos de todas clases; tan repletos de imágenes y apremios producidos por el vivir de cada día, que, por mucho que vigilemos externamente, se nos pide la interna vigilancia y, con ella, el sonido de las voces que nos hablan desde lo más íntimo del alma. Ésta se halla tan cargada de "cachivaches", y son tantas las murallas elevadas en su interior, que la voz suave del Dios próximo no puede hacerse oír.

José, desde el silencio de su vida, nos invita a retirarnos un poco del bullicio de los sentidos; a que recuperemos también nosotros el recogimiento; a que sepamos dirigir la mirada hacia el interior y hacia lo alto, para que Dios pueda tocarnos el alma y comunicarnos su Palabra.