Desde el día de ayer, la bendita imagen de Nuestra Señora de los Dolores luce un nuevo manto en damasco de color blanco, donado por nuestro hermano D. José Antonio León, el cual ha sido confeccionado por nuestro también hermano el bordador D. Mariano Martín Santonja.
Nuestra Madre de los Dolores también está estrenando un bello broche con pedrería, donado recientemente por una devota anónima.
Son pródigas muestras de amor y devoción las que recibe nuestra amantísima titular. Muestras que, en ocasiones, se plasman en donaciones como las mencionadas, y es justo decir que todas son dignas de admiración y elogio, no ya por el valor material que cada una tenga, sino sobre todo por el sentimiento que las originan. Y aunque Ella, como Madre Nuestra que es, nos quiere y ruega por todos nosotros, le pedimos que corresponda a tanta generosidad con su bendición y protección.
Fotografías: M. Martín V.