Estimado/a
hermano/a:
La Cuaresma ya llegó. Para muchos de nosotros la Cuaresma es uno de
los periodos del año vivido con mayor intensidad. Sólo pensar en ella hace que
se nos ilumine la cara con una sonrisa y despierte sentimientos de dulce
expectación y nostalgia. Doña Cuaresma se nos presenta cargada de cultos, actos
y ritos. Un año más nos ofrecerá la oportunidad de participar en triduos y vía crucis,
asistir a besamanos y pregones, degustar torrijas y “pescaito” frito en una
buena compañía, sacar la papeleta de sitio, escuchar alguna marcha clásica de
agrupación musical o bajar la túnica y el capirote del altillo para su
posterior preparación. Todos estos signos anuncian a cada uno que no se trata
de una ocasión cualquiera, sino llena de importancia y significado, lo cual
ayuda a crear recuerdos perdurables de esos momentos y los graba en nuestra
memoria como acontecimientos especiales dignos de guardar en nuestro corazón.
Cuaresma,
cuaresma, Doña Cuaresma… palabra que de usarse tanto a veces pierde su sentido,
pues hay tantas definiciones y significados de Cuaresma como personas la viven
y la sienten.
¿Y la tuya?
¿Cómo la definirías? ¿Todos los años es igual? ¿Piensas que se ha quedado
obsoleta? ¿Crees que tu cuaresma está llena de mucha parafernalia y poco
contenido? ¿Crees que debemos de buscarle un nuevo significado?
Para poder
responder a alguna de estas preguntas te invito a que reflexiones con estas
otras dos e interiorices su mensaje y lo que a ti te reporta. Dichas cuestiones
se encuentran en el libro del Génesis. La primera aparece en la escena con Adán
¿dónde estás? y la segunda en la escena
con Caín ¿dónde está tu hermano? Son las dos primeras preguntas que Dios hace
al hombre al inicio de la humanidad y que también dirige hoy a todos nosotros.
La verdadera
Cuaresma es tiempo de revisión. El Señor te pregunta ¿dónde estás? Es Él el que
te busca, Él que sale a tu encuentro, valora tu vida, abre bien los ojos y no
le dejes pasar de largo. Recicla tu amistad con Jesús, busca momentos de
oración para estar con Él y participa activamente de los sacramentos de la
Eucaristía y del Perdón.
La verdadera
Cuaresma está orientada a la acción. El Señor te pregunta ¿dónde está tu
hermano? Él te cuestiona qué haces por los demás y por el mundo, cómo cuidamos
lo que nos rodea. Este tiempo nos invita a abandonar el egocentrismo y caminar
hacia una actitud activa de responsabilidad fraternal, acogida, solidaridad y
comprensión.
El hermano de San José Obrero debe
de vivir la verdadera Cuaresma, auténtica y en esencia. Aprovecha este periodo
de 40 días con actitud abierta a la conversión. Utiliza este periodo para
conocerte bien y cambia aquellas cosas que no te gustan de ti para ser mejor
persona y aportar mucho bien al mundo. No te conformes con una vida mediocre.
Busca crecer en tu amistad con el Señor. Todos los que formamos nuestra
hermandad estamos invitados a volver a Dios “de todo corazón” durante esta
Cuaresma.
Un
abrazo fraternal en nombre del Señor.
Rafael Gaitán Remesal
Hermano Mayor