Estimado hermano/a:
Esta es la primera vez que me dirijo a ti en calidad de Hermano Mayor, mi primera oportunidad para comunicarme contigo tras el proceso electoral transcurrido en el pasado mes de diciembre y la posterior toma de posesión a principios de año; por todo ello, me gustaría que las primeras líneas de esta carta estuvieran llenas de palabras de agradecimiento. En primer lugar, GRACIAS a ti hermano, por decidir vivir tu fe en esta comunidad cristiana que se encuentra bajo el amparo del bendito carpintero. No importa si llevas mucho o poco tiempo: has dado el paso, ya formas parte de esta familia y desde aquí te animo a participar en todo lo que nuestra hermandad nos ofrece. GRACIAS al hermano anónimo, que vive su hermandad día a día, que sueña con hacerla más grande y mejor aún si cabe, que acude martes y jueves, lo mismo a limpiar plata que a ensobrar boletines… a lo mejor no recuerdas sus nombres o no los reconoces sentados en la mesa de Junta pero sin duda son piedras angulares de nuestra corporación.
Por otro lado, GRACIAS a la Junta de Gobierno anterior, a todos y a cada uno de sus miembros, por su dedicación, esfuerzo, ilusión y trabajo. Ha sido mucho el tiempo dedicado, muchos proyectos y retos, muchos buenos momentos y otros difíciles que nos han servido para crecer como persona, como grupo y como hermandad.
Por último, me gustaría dar un GRACIAS muy especial a mi antecesor en el cargo D. Rafael Ramírez Cervetto, amigo, compañero y hermano, por su labor encomiable a la cabeza de esta hermandad durante ocho años. Son muchos los hitos alcanzados durante su mandato: las Bodas de Oro de nuestra hermandad, el Cincuentenario de la talla de la bendita imagen de la santísima Virgen, la aprobación de las nuevas Reglas y el nombramiento como hermandad de penitencia, el primer Sábado de Pasión… en todas ellas y en el día a día, Rafa ha demostrado carisma y liderazgo. GRACIAS por tu humildad, tu servicio, tu paciencia.
En otro orden de cosas, me dirijo a ti, hermano, para expresarte en líneas generales el proyecto trabajado por la nueva Junta de Gobierno para estos cuatro años.
Tomaré la frase del filósofo Montaigne que nos recuerda que “un niño no es una botella que hay que llenar, sino un fuego que es preciso encender”. Nuestra hermandad es el niño el cual pese a sus 56 años de vida, se nos muestra como una cofradía joven embarcada en proyectos y sueños. Nuestro propósito no consiste en llenar como si de una botella se tratase la agenda de la hermandad con una secuencia de actos, cultos y actividades como signo visible de la vida que se respira en San José Obrero; más bien, nuestro propósito es encender, mejor dicho, AVIVAR el fuego la fe de los miembros que forman nuestra hermandad; es una aspiración ambiciosa: cuidar la hermandad y avivar la fe de más de 700 hermanos. Para poder abordar este proceso, nuestras herramientas serán: la oración, la formación, la caridad y la fraternidad (vida de hermandad), que se convertirán en los puntos cardinales para el trabajo de esta nueva junta de gobierno.
Te ruego que reces a nuestros sagrados Titulares por esta Junta de Gobierno que ahora comienza a caminar, para que seamos verdaderos servidores de todos nuestros hermanos, que invoques al Espíritu Santo para que nos dé fuerza y don de sabiduría en nuestras decisiones y sepamos mantener siempre unida nuestra hermandad.
Un fraternal abrazo.
Esta es la primera vez que me dirijo a ti en calidad de Hermano Mayor, mi primera oportunidad para comunicarme contigo tras el proceso electoral transcurrido en el pasado mes de diciembre y la posterior toma de posesión a principios de año; por todo ello, me gustaría que las primeras líneas de esta carta estuvieran llenas de palabras de agradecimiento. En primer lugar, GRACIAS a ti hermano, por decidir vivir tu fe en esta comunidad cristiana que se encuentra bajo el amparo del bendito carpintero. No importa si llevas mucho o poco tiempo: has dado el paso, ya formas parte de esta familia y desde aquí te animo a participar en todo lo que nuestra hermandad nos ofrece. GRACIAS al hermano anónimo, que vive su hermandad día a día, que sueña con hacerla más grande y mejor aún si cabe, que acude martes y jueves, lo mismo a limpiar plata que a ensobrar boletines… a lo mejor no recuerdas sus nombres o no los reconoces sentados en la mesa de Junta pero sin duda son piedras angulares de nuestra corporación.
Por otro lado, GRACIAS a la Junta de Gobierno anterior, a todos y a cada uno de sus miembros, por su dedicación, esfuerzo, ilusión y trabajo. Ha sido mucho el tiempo dedicado, muchos proyectos y retos, muchos buenos momentos y otros difíciles que nos han servido para crecer como persona, como grupo y como hermandad.
Por último, me gustaría dar un GRACIAS muy especial a mi antecesor en el cargo D. Rafael Ramírez Cervetto, amigo, compañero y hermano, por su labor encomiable a la cabeza de esta hermandad durante ocho años. Son muchos los hitos alcanzados durante su mandato: las Bodas de Oro de nuestra hermandad, el Cincuentenario de la talla de la bendita imagen de la santísima Virgen, la aprobación de las nuevas Reglas y el nombramiento como hermandad de penitencia, el primer Sábado de Pasión… en todas ellas y en el día a día, Rafa ha demostrado carisma y liderazgo. GRACIAS por tu humildad, tu servicio, tu paciencia.
En otro orden de cosas, me dirijo a ti, hermano, para expresarte en líneas generales el proyecto trabajado por la nueva Junta de Gobierno para estos cuatro años.
Tomaré la frase del filósofo Montaigne que nos recuerda que “un niño no es una botella que hay que llenar, sino un fuego que es preciso encender”. Nuestra hermandad es el niño el cual pese a sus 56 años de vida, se nos muestra como una cofradía joven embarcada en proyectos y sueños. Nuestro propósito no consiste en llenar como si de una botella se tratase la agenda de la hermandad con una secuencia de actos, cultos y actividades como signo visible de la vida que se respira en San José Obrero; más bien, nuestro propósito es encender, mejor dicho, AVIVAR el fuego la fe de los miembros que forman nuestra hermandad; es una aspiración ambiciosa: cuidar la hermandad y avivar la fe de más de 700 hermanos. Para poder abordar este proceso, nuestras herramientas serán: la oración, la formación, la caridad y la fraternidad (vida de hermandad), que se convertirán en los puntos cardinales para el trabajo de esta nueva junta de gobierno.
Te ruego que reces a nuestros sagrados Titulares por esta Junta de Gobierno que ahora comienza a caminar, para que seamos verdaderos servidores de todos nuestros hermanos, que invoques al Espíritu Santo para que nos dé fuerza y don de sabiduría en nuestras decisiones y sepamos mantener siempre unida nuestra hermandad.
Un fraternal abrazo.
Rafael Gaitán Remesal
Hermano Mayor
Hermano Mayor