Hoy domingo día 9 de mayo, en la Eucaristía de las 12:30 h. celebramos D.m. la PASCUA DEL ENFERMO en nuestra Iglesia Parroquial.
Un año más, en nombre de la PASTORAL DE LA SALUD, pedimos a todos que os unáis con vuestra oración a los enfermos y, por medio de ella, poner en cada uno de ellos un poco de esperanza, cercanía y amor.
Deseamos que la presencia de Jesús en la Eucaristía llegue a todos los enfermos y a cuantos formamos la COMUNIDAD CRISTIANA de San José Obrero y San Francisco de Paula.
Un año más, en nombre de la PASTORAL DE LA SALUD, pedimos a todos que os unáis con vuestra oración a los enfermos y, por medio de ella, poner en cada uno de ellos un poco de esperanza, cercanía y amor.
Deseamos que la presencia de Jesús en la Eucaristía llegue a todos los enfermos y a cuantos formamos la COMUNIDAD CRISTIANA de San José Obrero y San Francisco de Paula.
Oración
Mira, Señor, que está enfermo
el que tú tanto quieres.
Ayúdame a mantener la paz
en medio del dolor, de la angustia y del miedo.
Yo sé que siempre estás conmigo
y que nunca me dejas solo
en los momentos difíciles.
Hazme sentir la fortaleza y el consuelo
de tu presencia y tu compañía
y la ternura de la Madre
que estuvo junto a tu Cruz.
Médico divino del alma y del cuerpo,
gracias por el don inestimable de la Eucaristía,
pan de vida y medicina de inmortalidad.
Si quieres, puedes curarme,
pero no se haga mi voluntad sino la tuya.
Tú que dijiste: «Estuve enfermo
y me vinisteis a ver»,
transforma mi vida y hazla transparente
para que puedan descubrir en mí tu rostro
cuantos me cuidan y me visitan.
Amén
Mira, Señor, que está enfermo
el que tú tanto quieres.
Ayúdame a mantener la paz
en medio del dolor, de la angustia y del miedo.
Yo sé que siempre estás conmigo
y que nunca me dejas solo
en los momentos difíciles.
Hazme sentir la fortaleza y el consuelo
de tu presencia y tu compañía
y la ternura de la Madre
que estuvo junto a tu Cruz.
Médico divino del alma y del cuerpo,
gracias por el don inestimable de la Eucaristía,
pan de vida y medicina de inmortalidad.
Si quieres, puedes curarme,
pero no se haga mi voluntad sino la tuya.
Tú que dijiste: «Estuve enfermo
y me vinisteis a ver»,
transforma mi vida y hazla transparente
para que puedan descubrir en mí tu rostro
cuantos me cuidan y me visitan.
Amén