Vigilia Pascual en la Noche Santa
(3 de abril de 2010)
(Lucas 24, 1-12)
El primer día de la semana, de madrugada, las mujeres fueron al sepulcro llevando aromas que habían preparado. Encontraron corrida la piedra del sepulcro. Y entrando no encontraron el cuerpo del Señor Jesús. Mientras estaban desconcertadas por esto, se les presentaron dos hombres con vestidos refulgentes. Ellas despavoridas, miraban al suelo, y ellos les dijeron:
— ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí. HA RESUCITADO.
Acordaos de los que os dijo estando todavía en Galilea: “El Hijo del Hombre tiene que ser entregado en manos de pecadores, ser crucificado, y al tercer día resucitar”. Recordaron sus palabras, volvieron del sepulcro y anunciaron todo esto a los Once y a los demás. María Magdalena, Juana y María la de Santiago, y sus compañeras contaban esto a los Apóstoles. Ellos lo tomaron por un delirio y no las creyeron. Pedro se levantó y fue corriendo al sepulcro. Asomándose vio sólo las vendas por el suelo. Y se volvió admirándose de lo sucedido.
Palabra del Señor.
— ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí. HA RESUCITADO.
Acordaos de los que os dijo estando todavía en Galilea: “El Hijo del Hombre tiene que ser entregado en manos de pecadores, ser crucificado, y al tercer día resucitar”. Recordaron sus palabras, volvieron del sepulcro y anunciaron todo esto a los Once y a los demás. María Magdalena, Juana y María la de Santiago, y sus compañeras contaban esto a los Apóstoles. Ellos lo tomaron por un delirio y no las creyeron. Pedro se levantó y fue corriendo al sepulcro. Asomándose vio sólo las vendas por el suelo. Y se volvió admirándose de lo sucedido.
Palabra del Señor.