Todo está dispuesto. La bendita imagen de nuestro Titular San José Obrero aguarda ya en su paso procesional, el cual ya se muestra exquisitamente exornado y situado junto a la capilla del Sagrario, donde preside la Eucaristía Dominical.
Insignias, enseres y ropajes del acolitado esperan el momento.
En la tarde de ayer fueron muchos los niños y niñas que visitaron a San José Obrero ofreciéndoles sus claveles blancos. Hoy, Él es quien sale a las calles de su barrio, a encontrarse con sus vecinos y devotos, para repartir bendiciones y continuar velando como siempre por nuestras familias.
Fotografías: M. Martín Vaquero